Comprender cada
tipo de enfermedad
inflamatoria intestinal
Enfermedad de Chron
Afecta cualquier tramo del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano.
Síntomas: dolor abdominal, diarrea, deposiciones con sangre, lesiones anales, fiebre, anemia que se puede presentar con palidez y fatiga, pérdida de peso, alteraciones psicológicas (irritabilidad, estrés, ansiedad, depresión), déficit nutricional que se pueden presentar con caída del pelo, uñas frágiles.
Colitis Ulcerativa
Afecta exclusivamente el colon (intestino grueso). Según la ubicación de la inflamación puede ser: proctitis, rectosigmoiditis, colitis izquierda, pancolitis.
Síntomas: dolor abdominal, diarrea, deposiciones con sangre, necesidad urgente de realizar deposición o sensación incompleta, fiebre, anemia que se puede presentar con palidez y fatiga, déficit nutricional que se pueden presentar con caída del pelo, uñas frágiles.
Causas y síntomas:
Los síntomas pueden estar en los siguientes estados: un estado sintomático, llamado crisis, o un estado sin síntomas, llamado remisión clínica.
Es muy importante que evitemos la aparición de las crisis, realizando el tratamiento de manera correcta cuando esté en un periodo de remisión clínica, es decir, sin síntomas. La constancia en su tratamiento favorece el control de la inflamación, los demás síntomas y complicaciones.
Uso adecuado de medicamentos:
Los medicamentos buscan disminuir la inflamación del intestino y ayudan al sistema inmune a tener una mejor respuesta. Algunos medicamentos pueden afectar su sistema inmune, aumentando el riesgo de padecer ciertas infecciones. Por esta razón el médico le recomendará que tenga su vacunación al día. Por tanto le preguntará sobre vacunas como: hepatitis B, Herpes Zoster, neumococo, influenza, coronavirus, VPH (Papiloma Virus Humano) u otras específicas.
Corticoides: algunos efectos secundarios son la retención de líquidos, acné, estrías, vello, aumento de peso, cara en luna llena (cara redondeada), aparición o empeoramiento de la diabetes, hipertensión, náuseas, vómito, alteraciones del comportamiento como euforia excesiva, aumento de apetito, insomnio y ocasionalmente depresión, alteraciones en la absorción de ciertas vitaminas como la D y el ácido fólico. En uso prolongado pueden aparecer cataratas, osteoporosis, dolores articulares, infecciones, entre otros.
Aminosalicilatos (sulfasalazina y mesalazina): disminuyen la inflamación a su paso por el intestino. Pueden producir: náuseas, vómito, dolor de cabeza, malestar o fatiga gástrica, dolor abdominal.
Inmunosupresores (azatioprina, mercaptopurina, metotrexato): Pueden producir: fiebre, dolores articulares, erupciones cutáneas, malestar abdominal, nauseas, vómito, alteración en los exámenes de laboratorio, como las pruebas hepáticas y hematológicas.
Tratamientos biológicos: son medicamentos complejos que se obtienen a partir de sistemas vivos (bacterias, levaduras o células).
Antes de iniciar un tratamiento biológico es necesario conocer el estado de inmunización del paciente, o sea qué vacunas tiene aplicada: Hepatitis B, Herpes Zoster, neumococo, influenza, coronavirus. Pruebas de detección para tuberculosis activa y latente (radiografía de tórax y prueba de tuberculina). Exámenes previos como: colonoscopia, pruebas de detección de la hepatitis B, hepatitis C y VIH (virus de la inmunodeficiencia humana).
Cualquier lesión extraña en la piel, que no cicatrice o aparezca una y otra vez, debe ser valorada por un médico. Algunos medicamentos pueden favorecer la aparición de cáncer de piel, por tal motivo es fundamental evitar la exposición solar y utilizar protectores solares.
El metotrexato puede causar malformaciones fetales durante el embarazo, debe seguir las indicaciones médicas si este es parte de su tratamiento. También puede producir alteraciones en la absorción de ciertas vitaminas como la D y el ácido fólico.
Luego de instaurado un tratamiento con medicamentos, el médico ordenará de manera periódica análisis de sangre y pruebas en materia fecal llamada calprotectina, para comprobar que la dosis del medicamento es la correcta o para ajustarla en caso de que fuese necesario.
Nutrición
El aprender cómo alimentarse de manera saludable y cómo adecuar su dieta a los diferentes momentos de su enfermedad, llevan a un mejor control de ésta. Es importante conocer que puedo comer en caso de un crisis de la enfermedad, si tengo una estenosis (estrechamiento, para este caso en el intestino), si tengo diarrea, si me acaban de operar. Siga las recomendaciones específicas brindadas por su nutricionista y su médico.
Actividad física
Incrementa la calidad de vida, previene la debilidad de los huesos y músculos. En periodos de actividad de la enfermedad, la realización de ejercicio puede estar muy limitada por la presencia de anemia, afectación del estado general, desnutrición y síntomas intestinales en el paciente. En la medida de lo posible se debe mantener la actividad física, sobre todo en aquellos pacientes en tratamiento.
La importancia de abandonar el hábito de fumar
El consumo de tabaco provoca un riesgo perjudicial tanto en el desarrollo de la enfermedad, como en su pronóstico y evolución a complicaciones como fístulas (conexión anormal entre dos partes del cuerpo), abscesos (cavidad con infección) y un mayor riesgo de requerir ingreso a hospitalización o cirugía.
Exposición solar
Algunos pacientes pueden presentan déficit de vitamina D, por lo tanto es importante recibir el sol y comer alimentos ricos en esta vitamina, según lo recomendado por su médico y nutricionista.
Al exponerse al sol es fundamental tener en cuenta:
· Evitar exposición la exposición al sol entre las 10 am y las 4 pm, horas de máxima radiación ultravioleta.
· Usar prendas de vestir como camisetas, gorros y gafas para protegerse del sol.
· Evitar las cabinas de bronceado.
· Aplicar correctamente cremas con factor de protección solar.
Embarazo
La mayoría de las mujeres con diagnóstico de Enfermedad Inflamatoria Intestinal, pueden tener una evolución normal de su embarazo y parto, con un recién nacido sano. Es importante planificar la concepción con su médico tratante (gastroenterólogo) y durante un periodo de remisión de la enfermedad.
La paciente estará con la medicación adecuada y tomando los suplementos vitamínicos necesarios durante el embarazo. Para un control adecuado, es necesario un seguimiento en conjunto por ginecólogo y gastroenterólogo. Es importante cumplir con todas sus citas de control prenatal.